sábado, 16 de mayo de 2009

Semana de Mayo de 1810. La Revolución de Mayo.

En el mes de mayo de 1810 se inició un proceso revolucionario en Buenos Aires que se hizo efectivo el 25 de mayo. Pero el proceso de revolución había comenzado mucho antes, años antes, y recién en el 18 de mayo se inició lo que se conocería como la Revolución de Mayo, que culminó con el nombramiento de una junta de gobierno en nombre del rey Fernando VII, que había sido capturado por Napoleón Bonaparte.

Santiago de Liniers Para que podamos apreciar al detalle todo lo que ocurrió en esos días tumultuosos, que desembocaron en la revolución que llevaría a la independencia de todas las actuales naciones del cono sur de América, haremos una crónica día por día, como si se tratase de crónicas de un periódico de la época.

Pero antes, hagamos un resumen de lo que estaba sucediendo en el mundo y en la región del Virreinato del Río de la Plata, que culminó en la emancipación de las colonias españolas.

Entre 1806 y 1807 se demostró la fragilidad del orden colonial ante las Invasiones Inglesas al Río de la Plata. El gobierno del virreinato, el Cabildo y la Audiencia se comportaron de un modo sumiso, con un deseo de conservación, y por otro lado no existía un ejército capaz de defenderse del ataque.

Para repeler la invasión, la población se organizó en milicias voluntarias. Y ante el mal manejo del asunto por parte del virrey, el 14 de agosto de1806 se produce un hecho sin precedentes, el pueblo de la ciudad convocó un Cabildo Abierto y destituyó al virrey Sobremonte, dejando el mando en Santiago de Liniers, quien había organizado junto con el gobernador de Montevideo la Reconquista de Buenos Aires, ante la pasividad del gobierno real.

Durante la Segunda Invasión de 1807, Buenos Aires ya estaba militarizado, y pudo repeler el ataque, con un nuevo héroe de los ciudadanos, Martín de Álzaga.

Buenos Aires dejó de enviar toda su recaudación a España, y comenzó a organizar mejor sus finanzas, incluyendo en los gastos el mantenimiento de una clase militar. A la vez, los criollos adquirieron más estátus que los españoles peninsulares, y fueron escapando en los puestos de gobierno y en el ejército.

En 1808, en Buenos Aires quedaron dos poderes, Liniers como virrey, y Álzaga como líder del Cabildo. Pero ya para ese momento se notó la militarización de Buenos Aires, porque ambos necesitaban de las milicias criollas para legitimar su poder.

El 1º de enero de 1809 esos dos poderes chocaron finalmente. Eso se debió no sólo a la lucha de poder local, sino a los sucesos internacionales

Napoleón Napoleón estaba invadiendo toda Europa, y ya había ocupado Portugal, cuya corte real había escapado a la colonia de Brasil. Esta situación de tener un poder real tan cerca del Río de la Plata (estaba en Río de Janeiro), revolucionó el ambiente rioplatense.

Volvieron las ideas independentistas que se habían materializado con la llegada de los ingleses. Pero también el miedo de que la corona portuguesa quisiera ocupar las colonias españolas, e incluso tenían miedo de que la región pasase a manos de los franceses de Napoleón.

Ya en 1808 el ministro de guerra de Portugal, con la corte en Río de Janeiro, Brasil, ofrece a Buenos Aires “hacerse cargo” del Virreinato del Río de la Plata, casi en forma de ultimátum.

Liniers era francés de origen, por lo que Álzaga aprovechó la ocasión y realizó una revuelta para quitarlo del poder, acusándolo de querer “vender” el virreinato a los franceses. Pero Liniers recurrió a las milicias, al mando de Cornelio Saavedra, y todo se calmó… por un tiempo.

Pocos días después se juró fidelidad a la Junta Central de Sevilla, que estaba sosteniendo la invasión de Napoleón de España, que había sido constituida el año anterior.

Justamente ante la caída de esta junta, y la ocupación de España, en el Río de la Plata se desató la crisis, y ya la mayoría quería cortar lazos. Esto ocurrió a principios de 1810. Las noticias llegaron a Buenos Aires el 14 de mayo: el territorio español había caído en manos de las tropas de Napoleón Bonaparte. En aquel momento en Buenos Aires gobernaba como virrey Baltasar Hidalgo de Cisneros, nombrado por la junta que ahora había caído.

Lo que ocurrió en la decisiva Semana de Mayo, que se ha llamado un torneo de oratoria, lo veremos en las crónicas.

Crónicas de la Semana de Mayo


Fuentes

  • Actas capitulares desde el 21 hasta el 25 de mayo de 1810 en Buenos Aires
  • "El 25 de mayo". Ricardo Levene. En: Historia de la Nación Argentina. Vol. 5.2.
  • La pequeña aldea. Raquel Prestigiácomo, Fabian Uccelo. Eudeba.
  • "Los mitos del 25 de mayo". Armando Alonso Piñeiro. En: La historia argentina que muchos argentinos no conocen.
  • "Los sucesos de Mayo". Ricardo Levene. En: Historia de la Nación Argentina. Vol. 5.2
  • Memorias curiosas. Juan Manuel Beruti. Emecé.
  • Nueva historia de la nación Argentina. Planeta. Tomo III.
  • Proclama del Cabildo del 22 de mayo de 1810
  • Revolución y guerra. Tulio Halperín Donghi. Siglo XXI.
  • Revolución, república, confederación (1806-1852). Nueva Historia Argentina. AAVV. Sudamericana.

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